La Rosa de los Vientos
Sí siembras una ilusión
y la riegas con tu amor
y el agua de la constancia,
brotará en ti una flor
y su aroma y su calor,
te arroparán cuando algo vaya mal.
Hola amigos, buen día. La vida pasa... muy de prisa. Perdón por esta frase de perogrullo, pero a fin de cuentas es verdad. La vida como que va a cien.
Hoy, para empatar con la temática del post anterior, pues no escribiré sobre baterías. En realidad, no comentaré sobre los acumuladores de energía electroquímica, pero si de la energía, o al menos es lo que me propongo con esta entrada.
Uno de los blogs que voy siguiendo con bastante frecuencia es: La Aldea Irreductible. Descubrí esta dirección, mientras buscaba ideas para postear sobre baterías, usando archivos de voz. Bueno creo ya aprendí y en muy poco tiempo, escuchareis archivos baterilleriles.
Cuando escucho, los archivos de la Aldea Irreductible, se me hace que estoy participando de la historia relatada. He podido subir al Everest, o navegar con Von Humboldt. El post de voz, te da nuevas posibilidades. Ahora entiendo la pasión que despertaban la escucha de radionovelas y radioteatro, allá por los años en que no existía la televisión.
Perdón, como que me aparto del título del post: La Rosa de los Vientos. Allí le voy.
Hubo en España, un señor de la radio: Juan Antonio Cebrian, quien conducía un programa: La Rosa de los Vientos. Este se emitía desde las 12 de la medianoche hasta las 4 de la madrugada. La temática del programa, era la historia. Horario dificil se dirá este de la madrugada. No obstante, el programa tenía un sinnúmero de seguidores. De paso, se rompió el mito, de que los temas culturales no gozan de audiencia masiva.
(Foto de Rosa de los Vientos que está al lado de la Torre de Hércules, en La Coruña, Galicia, España. Autor: Kadellar. Licencia: Creative Commons).
(Foto de Rosa de los Vientos que está al lado de la Torre de Hércules, en La Coruña, Galicia, España. Autor: Kadellar. Licencia: Creative Commons).
El tema musical del programa radial, era justamente: La Rosa de los Vientos, del grupo español: Mago de Oz. Y sobre la Rosa de los Vientos, les quiero compartir.
El diccionario naútico dice:
Una rosa de los vientos o rosa náutica es un círculo que tiene marcados alrededor los rumbos en que se divide la vuelta del horizonte... Sobre el mismo se sitúa la flor de lis con la que suelen representar el norte que se documenta a partir del siglo XVI.
Esa es la rosa, digamos geográfica, la que nos da la orientación o el rumbo para los viajes, aun ahora en tiempos de GPS.
Pero hay también otra rosa de los vientos, y esa es la canción del grupo Mago de Oz. Mientras la escuchaba, venian a mi memoria las lecturas sobre los caballeros andantes, las aventuras de gemas escondidas y princesas secuestradas en una torre donde un vigilante dragón, día y noche esperaba el aparecer del valiente libertador. Pero la letra también me motiva a evocar en los propósitos que uno va adquiriendo, los emprendimientos y proyectos añorados. Los sueños e ideales.
Vienen al recuerdo también, las personas que uno tuvo la suerte de conocer. Escribo y pienso en la anónima valentía de muchos amigos. Por ejemplo, pienso en Pepito Ron, quien juntamente con el titiritero Ruddy, decidieron volverse transhumantes y llevar su arte por toda Sud-américa. Ahora por ejemplo, Ecuador, va disfrutando de las puestas en escena de los títeres hechos con materiales de deshecho, como cartón y papel.
Pienso en El Fiteca, ese inmenso festival de Teatro de Calles Abiertas, que durante siete días se realiza en Comas. El mimo la danza, el claun, el teatro, los títeres, la magia y en fin todas las artes brillan y ponen de colores los cerros mustios... perdón, ahora con mas vida, que hasta el mismísimo arco iris tendría envidia.
Una noche, en el Fiteca, un actor colombiano, al final de su presentación, se dirigió al público y dijo: Comas, come arte y nutre su espíritu.
Una noche, en el Fiteca, un actor colombiano, al final de su presentación, se dirigió al público y dijo: Comas, come arte y nutre su espíritu.
Sigo escuchando La Rosa de los Vientos, y pienso en Carlos Alberto. Librero de corazón. El no lee los libros, los devociona. Coge un libro siempre con respeto y les da a ellos la dignidad que los amigos de verdad tienen. Ultimamente, me consiguió un raro ejemplar de: Mi Manuel, una biografía sobre Don Manuel Gonzalez Prada, escrita por su viuda Doña Adriana. Carlos Alberto, me dijo: "Le conseguí el Mi Manuel, pero debo repararlo -es un libro editado en 1945- y le faltan doce páginas".
Carlos Alberto, se dio el trabajo de buscar otro ejemplar, fotocopiar las páginas faltantes, colocarlas en el libro (previamente, descoció el lomo y empastó las hojas fotocopiadas). Un día me llamó y me entregó el libro ya recuperado. Tenía incluso su solapa original, donde hay una silueta de mujer en la cima de una montaña... que tal amor a los libros de parte de Carlos Alberto.
Les contaba del Fiteca y este 2010, el festival me dio la oportunidad de conocer a dos grupos de titiriteros: Guante Blanco de México y El Waky de Bolvia. Son dos familias involucradas en el arte de los muñecos. Así que pude expectar las andanzas de una elección para la alcaldía en San Gorgorito y la sagacidad de Choloman. Dos grupos entregados en cuerpo y alma a su pasión: Los Títeres.
Voy terminado ya, este post que se me se va agrandando demasiado. Les dejo el tema de: La Rosa de los Vientos. Les sugiero dejen por un momento lo que estén haciendo y disfrútenla.
Buen día
Hermosa... Me recuerda al Principito y su rosa... Sensibiliza, humaniza, sana...
ResponderBorrarGracias por compartirla... :)
Hola Anónimo
ResponderBorrarGracias por su visita y por su comentario.
Saludos
Carlos el baterillero