Leer
Conocí a una chica, a quien jamás le pregunté su nombre. Coincidíamos en el bus. Ella era una asidua lectora. Avanzaba el bus, ella leía. El bus se detenía, y seguía leyendo. Solo dejaba de hacerlo cuando se disponía a bajar.
Un día, yo le hablé. A partir de allí, conversámos. Siempre de novelas, de cuentos, de historias. Ya no leía en el viaje, ahora conversaba conmigo. Día día, yo iba sintiendo que la ruta era cada vez mas corta. Ella se bajaba primero. Yo me quedaba con los recuerdos.
Se acabó nuestra coincidencia, cuando el bus cambió de ruta. Yo seguí siendo pasajero, ella viajaba ya por otros rumbos.
Saludos amigos.
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