Hola amigos de Energicentro. Una nueva entrada, con la temática de construcción de baterías, tomando como referencia bibligráfica lo que nos detalla el libro: Tratado Práctico de ACUMULADORES ELÉCTRICOS del Ing. Agustín Riu. Este texto fue editado en el año de 1958. Los conceptos que se vierten en el libro sobre las baterías, son correctos y pertinentes, aunque la tecnología de ensamble de baterías en cajas de caucho y el uso de compuestos de asfalto y brea, ya no se usan a la fecha. Además en los años de 1950, lo usual eran las baterías automotrices de 6 voltios, hoy en cambio el uso generalizado es hacia los acumuladores de 12 voltios.
Las cajas de baterías, tienen tres compartimientos en las baterías de seis
voltios. Las antiguas eran de madera, que pronto se estropeaban por la acción
del ácido sulfúrico, que siempre se derrama, al hacer las manipulaciones. Las
cajas modernas están hechas de una pasta moldeable a base de caucho, no
atacable por el ácido sulfúrico; una vez enfriada la pasta queda la caja
pulcramente modelada, con las paredes que separan los compartimientos, los
nervios del fondo, manijas para transportarla y hasta el nombre y la marca del
fabricante.
La figura 40 muestra una caja, tal como sale del molde, y
la figura 41 la misma caja vista en un corte transversal. Los nervios del fondo
tienen por finalidad servir de apoyo a los paquetes de placas de cada elemento,
dejando un especie libre para en el fondo, a donde caen las partículas
pulverizadas de las sustancias activas que componen las placas positivas y
negativas. Esto sucede inevitablemente porque durante los periodos de carga y
descarga esas sustancias químicas sufren efectos de dilatación, contracción y
hasta torsión, todo lo cual produce su desintegración, cayendo al fondo de la
caja. El grave inconveniente de la acumulación de esas sustancias activas es
que son buenas conductoras de la electricidad y, por consiguiente, si hiciesen
contacto con los extremos inferiores de las placas, positivas y negativas,
originarían un corto circuito entre ellas, quedando entonces inutilizada la
batería. Debe considerarse la caja como tres compartimientos estancos,
totalmente separados, pues el funcionamiento de la batería requiere que los
electrolitos de los diversos elementos no se comuniquen: hasta los agujeros
microscópicos son perjudiciales.
Puede suponerse como formando parte integrante de la
caja, las tapas de los tres compartimientos, y el tapón de cada una de ellas.
Cada tapa está construida según la forma que se indica en la figura, vista en
corte y en planta; están hechas con la misma clase de pasta moldeable que la
caja. La finalidad de la tapa es cerrar cada elemento de la batería; permitir
su inspección durante la carga; comprobar el estado del electrolito;
interconectar los terminales de cada grupo de placas con el del polo opuesto
del elemento contiguo y; además, colocar el tapón roscado que cierra cada
elemento.
El tapón se representa también en la misma figura, al
lado derecho; es de pasta moldeada también y va roscado en el agujero central de
la tapa. Tiene en su centro un agujero, muy pequeño para permitir que los gases
que emana el electrolito puedan escaparse a la atmósfera. Su borde, formando
arandela, acostumbra a garfilarse, para tener mayor adherencia en los dedos al
apretarse. Entre el tapón y la tapa se coloca una arandela de goma, destinada a
obtener un cierre que impida se vierta el electrolito.
Una vez se han instalado los juegos de placas, positivas
y negativas, en cada compartimiento, se colocan las tapas cerrándose por medio
de una tapa especial que la adhiere a la caja. Finalmente, se cierra también,
en igual forma, el espacio comprendido entre los dos orificios extremos y los bornes; se interconectan los
tres elementos y la batería está lista para ser llenada con electrolito y recibir
la primera carga.
Saludos amigos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Buen día lector. Tus comentarios, son siempre bienvenidos. Bendiciones.