sábado, julio 13, 2013

Soledad


Antes éramos un montón, los solitarios dispersos por la ciudad.

Algunos se asomaban a las ventanas para ver la noche.

Otros paseaban su soledad por las veredas.

Pero poco a poco, los solos de las ventanas, empezaron a asomarse de a dos.

Y los que paseaban por las veredas, a ir en pareja.

De repente yo era el único solitario que quedaba.

Entonces decidí comprarme un perro.

Ahora, todo es diferente.







Nota: Imagen y textos del libro: Humor libre de CALOI. Editorial Nueva Senda SRL, año 1972.

Saludos amigos.

2 comentarios:

  1. El mejor amigo del hombre. Un cachorro trae alegría, responsabilidades y tiempo para compartir.

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  2. Buen día Anónimo

    Gracias por su visita y por su comentario.

    Saludos

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Buen día lector. Tus comentarios, son siempre bienvenidos. Bendiciones.