Cuando se somete un acumulador eléctrico a su carga, se originan ciertos fenómenos electroquímicos que necesitamos saber interpretar.
En conjunto, se trata de rehacer las descomposiciones químicas producidas durante la descarga. Esto se consigue haciendo atravesar la batería por una corriente eléctrica continua, de una intensidad adecuada, penetrando por el polo positivo (+) y saliendo por el negativo (-).
Veamos qué efectos produce este paso de corriente a través de los diversos elementos químicos que integran cada elemento (celda). En primer lugar el ácido sulfúrico que habían absorbido las placas durante la descarga (lo cual dio lugar a que el electrolito se empobreciese de ácido) es ahora reabsorbido por el electrolito; esto hace aumentar su densidad a medida que el proceso de la carga va aumentando. Por esto, observando un elemento completamente descargado vemos que su densidad es de 1.175 Fig. 80 (a) y, a medida que se carga, el densímetro va levantándose, señalando niveles más elevados al alcanzar, (b), el valor de 1.225 indica que el elemento está a media carga; finalmente (si se sigue enviando corriente eléctrica a través de la batería), veremos que el densímetro alcanza una graduación 1.300, (c), que es la máxima que se utiliza en las zonas frías.
La reabsorción del ácido sulfúrico da a lugar que el electrolito aumente su densidad, aunque esta nunca podrá ser mayor de la que tenía el electrolito que se puso en la batería. Esto implica que su nivel se mantenga siempre a la misma altura (unos 10 milímetros sobre las placas), pues es evidente que si no se repone el agua destilada que se va evaporando (el ácido no se evapora) la densidad relativa aumentará.
Fuente: La literatura se obtuvo del libro: Tratado Práctico de ACUMULADORES ELÉCTRICOS del Ing. Agustín Riu. Año de edición 1958
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