Sobrecarga de Baterías
Toda batería a fin de mantenerla apta para el servicio, periódicamente debe someterse a recarga y ésta debe ser tal, que reponga exactamente a la batería, la energía que perdió o cedió. Una mala técnica de recarga, puede provocar sobrecarga, y así, deteriorar rápidamente la batería.
La sobrecarga puede originarse por:
1) Exceso de corriente.
2) Excesivo tiempo de recarga.
3) Temperatura excesiva, más aún cuando la batería se recarga en ambientes cerrados.
Cada aplicación de batería, requiere un tipo de recarga adecuado. Por ejemplo, para baterías de aplicación automotriz, el circuito eléctrico del vehículo recarga a la batería, manteniéndola "lista" para los eventos de arranque de motor. Por otro lado, los sistemas UPS o los equipos de iluminación de emergencia, requieren que las baterías estén en óptimo estado de carga y así poder asumir con eficiencia la tarea de back up de energía, cuando falle el suministro de red pública de electricidad.
Para ambos casos, la recarga debe ser óptima, a fin de no inutilizar a la batería por exceso de carga. Por ejemplo, en un vehículo el voltaje que llegue a los bornes de la batería, estando el motor encendido y acelerado, no debe superar los 14.50 voltios a una temperatura ambiente promedio de unos 25 grados Celcius.
Lo mismo para el caso de los sitemas UPS, donde la batería mayormente está en STAND BY, o sea lista para entrar a trabajar. Aquí el régimen de carga que mantiene a las baterías 100% cargadas es conocido como FLOTACIÓN. El voltaje aplicado a las baterías, debe ser tal, que las mantenga cargadas, pero que no provoque sobrecarga. El voltaje que se aplica es el llamado de flotación y su valor está alrededor de 13.20 voltios (para una batería de 12 voltios), medido a una temperatura de 25 grados Celcius.
Cuando una batería se recarga en forma rápida o se le inyecta gran cantidad de corriente o se le recarga por un número de horas mayor al recomendado, entonces se produce SOBRECARGA.
La SOBRECARGA, deteriora las placas de la batería y genera gasificación excesiva, así mismo la temperatura interna de la batería se eleva y esto, a su vez, causa mayor gasificación.
Toda batería de plomo-ácido, sea de la tecnología que fuese, genera siempre gasificación. La sobrecarga es nociva, ya que genera exceso de gases, que tienden a "secar" al electrolito, oxidar los contacto intercelda, corroer los terminales, etc. Todo lo anterior vuelve inútil a la batería.
En las baterías de tapones y electrolito líquido un indicador de presencia de sobrecarga, es la necesidad de rellenar con cierta frecuencia el nivel de líquido al interior de las celdas. En una batería de las de tipo sellado (Valvo-regulada, con separador AGM, mal llamadas GEL), la sobrecarga puede ser tan perjudicial que la batería rápidamente se deteriora. La generación de gases es tan violenta que la batería llega a dilatarse (como un globo), y perder su forma estándar, además de su capacidad de trabajo.