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viernes, agosto 07, 2009

Erotismo

Lo Erótico en la Literatura

Hola amigos, buen día. Luego de algun tiempo de ausencia, vamos otra vez con un nuevo post.

Una de mis pasiones es la literatura. La lectura de un libro, me resulta siempre una experiencia de gran disfrute. Me gustan sobre todo las novelas de tipo histórico. Aquellas que siendo historia de ficcíón, están tan bien documentadas, que hasta podrían tomarse como bibliografía de referencia. Escribo esto y pienso por ejemplo en los relatos del peruano autor Luis Enrrique Tord, sobre todo los que en la trama, abarcan los periodos de la conquista o del Perú virreynal. Les recomiendo por ejemplo leer: "Cide Hamete Benengueli, Coautor de El Quijote".

Los relatos novelados tocan las diversas facetas de la vida humana: miedo, angustia, valor, amor, erotismo etc. El autor gracias a la magía de las palabras, penetra en la misma intimidad de los personajes. Muchos novelistas y cuentistas son magistrales, que duda cabe.

Ahora deseo postear, sobre lo erótico en la literatura. Veamos primero la definición que nos da el RAE :

Erotismo.
(Del gr. ἔρως, ἔρωτος, amor, e -ismo).

1. m. Amor sensual.

2. m. Carácter de lo que excita el amor sensual.

3. m. Exaltación del amor físico en el arte.

Lo erótico, no es pornografía. El erotismo, no hiere la suceptibilidad. El erotismo, no necesariamente es genitalidad, eso si, es sensualidad.



(Crónica de Músicos y Diablos, de Gregorio Martinez. PEISA, 1991)


Hace unos días terminé de leer: Crónica de Músicos y Diablos, novela de Gregorio Martínez. Transcurre esta história en Ica, en los poblados de Cahuachi, Acarí, Coyungo, Parcona.

Esta es una crónica sobre una orquesta de ventisiete músicos negros: los Guzmán. La familia Guzmán, estaba compuesta por Don Gumersindo Guzmán, Doña Bartola Avilés Chacaltana y sus venticinco hijos. Cada hijo tenía una habilidad que lo predisponía para la ejecución de un instrumento, sea este de viento o percusión.

El relato, tiene de épico, de humor, de heroísmo, y también hay escenas de erotismo como la que a continuación detallo:

"...Doña María Isabel Saldivar de Osambela, se había vuelto muy imaginativa y experta en la magia de extraer conejos fugaces sin necesidad de que existiera para tal fin, la menor coyuntura. Le encantaba abandonarse desnuda, a la de Dios, y abrir las piernas sin el mínimo pudor para que se le ventilara la fruta; le fascinaba quedarse suspendida, con las nalgas en pindinga y a tiro de escopeta, mientras soñaba, aferrada a la realidad, el sueño real de la dicha suprema. Tan solo con la mirada para no romper con el encanto de la situación, pedía que la manosearan del modo más perverso y sosegado, que le hurgaran las intimidades con pachocha oriental y mano sabia; que probaran de introducirle cadenciosamente en el tunel meloso, luego de atentárselo con los dedos y de pasarle la lengua, pomos de loza inglesa, tapones de garrafa, adornos de porcelana china, muñequitos de biscuit de Limoges, pisapapeles de Murano, piedras pulidas por la mar serena, bolas de cristal de Bohemia, cabos de vela de esperma bendita, empuñaduras de plata, guineos morados, peras de agua, mangos de chupar, las uvas del racimo que mentaba el aeda celeste Javier Sologuren y, así, por lo consiguiente, cuanta cosa estuviese a disposición y al alcance del brazo en el momento del desenfreno. Se estremecia como una potranca primeriza cuando jugaban con sus partes pudendas y temblorosamente pedía más. Se deshacia a la hora que le ensalivaban de pies a cabeza como si ella en persona fuese caramelo de coco. Entonces clamaba la embarrasen con manteca, con cera de abeja, con dulce de guayaba, con melaza de caña, con licor de menta, con mantequilla de cacao, con merengue sentimental, y que enseguida la lamieran ávidamente como a una golosina..."





(El corrido de Dante, de Eduardo Gonzalez Viaña. Editoral Planeta 2008)


Hay otra muestra de erotismo en la novela El Corrido de Dante del peruano Eduardo González Viaña. Este relato es la historia de Dante Celestino, mexicano residente en Oregón, Estados Unidos, quien sale en busca de su hija Enma. Es el relato de los migrantes que cruzan la frontera para procurar forjarse un porvenir. Celestino viaja como perdido en la inmensidad del país, acompañado de un burro: Virgilio.

"Eran las diez de la mañana, pero de pronto oscureció para ellos, y dejaron de hablar de sueños, se hablaban con los ojos cerrados, como si creyeran que dormían y temieran despertarse. Así a oscuras, comenzaron a palparse el uno al otro, y cuando reconocieron que no habían cambiado, ya no podían reconocerse porque el uno había comenzado a ser el otro como si se hubiera terminado de armar un rompecabezas con la ferocidad del amor...

...Ahora todo era diferente. Manos con manos, manos con labios, labios con lengua, lengua con lengua, dientes con cuello, senos con dientes, lengua con dedos, lengua con pezones, lengua con piernas, lengua con muslos, lengua con vientre y otra vez, lengua con lengua, vientre con vientre y rodillas con rodillas, y por fin, la guerra, la ocupación y el asalto, la invasión de la vida, la penetración y la fiebre y la rendición y el bamboleo, la tormenta y el diluvio, y el infinito dolor y el grito que dura para siempre "

Saludos amigos...espero sus comentarios.

Carlos el baterillero

3 comentarios:

Juan dijo...

Buena entrada Baterillero, ¿qué sería de osotros sin el erotismo? Ja ja ja. Ya estoy en casa y ya pude disfrutar de mi amiga limeña que me esperaba ansiosa en mis relatos de mi segunda aventura peruana.
Razón tiene Vuesa Merced al citar a gran Cide de Bengueli, todo un coautor del Quijote cervantino.
Saludos desde Madrid al Callao.

Arturo Gómez dijo...

Hola Carlos. Recuerdo haber leído algunos textos de Vargas Llosa llenos de erotismo, por ejemplo en "El paraiso en la otra esquina".

¡Saludos!

Carlos el Narrador dijo...

Muchas gracias a Juan y a Arturo Gómez.

Saludos

Carlos el baterillero