Coincidir
Hola amigos, buen día.
Me puse el propósito de escribir seguido, pero los días transcurren más rápido que mi deseo de mantener una continuidad en el blog.
Más de una vez, he acometido temas que no son de baterías y esto debido a que uno, no solo es energía, sino también que desea participar de la belleza, del entretenimiento. Por lo anterior es que me atreví a compartir con los lectores algunas de las canciones que me gustan, de los libros que disfruto o de películas que son mis favoritas.
Ahora deseo hablar de las coincidencias y esto debido a un texto que hoy domingo he leído en el diario El Comercio. Era un artículo de la novelista Rosa Montero:
"Ya se sabe que cuando uno se rompe una pierna, no ve más que cojos por todas partes, y que si te embarazas, el planeta entero parece atravezar una epidemia de barrigona gravidez. Puede que nuestro cerebro solo sepa mirar aquello que nos obsesiona, o puede que los acontecimientos vengan en rachas".
Es muy probable que Ustedes lectores, hayan tenido una experiencia como la que señala Doña Rosa...recuerdo que estaba leyendo una biografía de Luther King y veía la palabra Ebenezer. Ese es un nombre propio y muy raro en nuestro medio. Iba yo desplazándome en bus y vi una vidriería de nombre: Ebenezer.
Sumergido en la lectura del libro El Código Da Vinci, estaba yo sentado junto a la ventana en un bus con dirección al distrito de Jesús María...cuando de repente, alzo la mirada y en una pared de ladrillos, veo dibujada una Estrella de David...la página que estaba justamente leyendo, hacía alusión a ese signo...coincidencia.
Hace unas dos semanas, vi una película de la que siempre estaba deseoso: Norma Rae...es una película muy antigua, del año 1979 con Sally Field. Un día luego de verla, le cuento a mi esposa sobre la película...veo una programación en el periódico, y se anuncia la proyección de Norma Rae en un centro cultural...¡que tal coincidencia!
Ayer sábado fui a una función de títeres. Luego de esta, acompañé a una amiga a su casa. Ella mantiene una pequeña ludoteca. En el local hay juegos para niños y una pequeña biblioteca de cuentos. Cogí uno al azahar y lo leí. Era la historia de una bibliotecaria, que es secuestrada por unos bandidos. Durante el cautiverio, se desata una epidemia de sarampión, la cual adquieren los facinerosos. La biliotecaria los ayuda, gracias a que conoce unas recetas que leyó en un libro...al final el cabecilla de los secuestradores, se casa con la bibliotecaria...el se regenera y se dedica a promocinar la lectura.
Hoy leí otro artículo, que habla sobre los hurtos, de algunos escritores de libros que no podían comprar por el elevado precio que estos tenían. Hasta leí la estrategia de un poeta, que iba con lápiz y borrador, "rebajando" de su puño y letra, los precios que los libros tenían en la última página. Donde decía 38, pues escribía 18 y eso era lo que pagaba...de esa estrategia, una amiga librera de la Feria de Amazonas, ya tiempo atrás me la había contado.
Nuevamente la coincidencia.
En otra ocasión buscaba en la web, gráficos sobre baterías, pero buscaba gráficos y dibujos de baterías antiguas, digamos de los años 1950, de cuando se usaba el sellado con brea o asfalto y cajas de caucho ebonita. Encontré una página en internet, que tenía escaneado todo un libro editado en 1890, era parte de un proyecto de nombre Gutemberg...Yo me decía: quien tuviera ese libro, editado en los inicios de la manufactura de baterías.
Una noche, digamos un mes después de haber encontrado la web con el libro, llegaba yo donde mi amigo Jesús, el librero de la calle Quilca...sonriendo, me dijo: Le tengo una sorpresa.
Me alcanzó un libro de tapas duras y color azul. Lo abrí con cuidado, tenía las hojas bastante amarillas, de lo viejo que era...leí, el texto estaba en inglés. El tema era baterías y acumuladores. Vi los gráficos que encontré en internet. Leí el año de edición: 1890...¡Era el mismo libro que yo había visto escaneado hace un mes!...vaya que tal coincidencia.
Y así amigos, la vida está hecha de sorpresas, de hechos aparentemente sin conexión alguna que terminan siempre sorprendiéndonos.
Quizás algún lector, llegó hasta Energicentro por coincidencia...Dios quiera que su "estadía" en este blog, le sea grata y esté motivado a retornar.
Saludos
Carlos el baterillero