Aunque la diversidad de tipos y usos de los acumuladores es enorme, pueden agruparse en tres grandes categorías.
a) Acumuladores pequeños.- Se entienden como tales desde los diminutos para lámparas de bolsillo, radiorreceptores, automóviles y, en general, todos los que su capacidad no sobrepasa unos 100 Amperios-hora: Este tipo de acumulador tiene la característica de ser transportable.
b) Acumuladores para tracción.- Son usados en los vehículos accionados por baterías, desde los trenes Diesel, camiones eléctricos, locomotoras de maniobras, carretillas utilizadas en las estaciones de ferrocarril, etc. Su capacidad varía entre 80 y 500 Ah. y son del tipo semifijo.
c) Baterías estacionarias.- Se emplean cuando se pueden almacenar grandes cantidades de energía eléctrica (bajo la forma electroquímica), como sucede en horas de poco consumo. En las Centrales Eléctricas se cargan entonces las baterías y las descargan luego en paralelo con las generatrices, duplicando así la cantidad de energía que entregan a las líneas de distribución. Estas baterías se caracterizan por ser de gran capacidad y del tipo fijo.
Los acumuladores del tipo pequeño son los más usados, encontrándose actualmente en casi todas las aplicaciones industriales: teléfonos, señales ferroviarias, radiocomunicaciones, aviones, instalaciones aeroeléctricas, aire acondicionado: servicios de seguridad para clínicas, cines y todo lugar destinado al público: En fin, hoy día, el acumulador eléctrico es tan indispensable como la misma electricidad.
Acumuladores para automóviles.- Debido a la gran importancia que tiene esta clase de baterías, por la fabulosa cantidad que de ellas están funcionando en todo el mundo, he preferido dedicar a su descripción y aplicaciones un capítulo integro (el siguiente), donde explico, además, en forma concreta, como trabajan en algunos de los circuitos fundamentales: ignición y arranque. Así podremos apreciar la rudísima labor que realiza el acumulador del automóvil el cual merece un cuidado y servicio de entretenimiento que generalmente no se le da en forma correcta y adecuada.
Acumuladores para motocicletas.- Son baterías de poca capacidad puesto que no tienen que hacer funcionar más que las luces, el claxon, el faro y algún otro indicador, además del sistema de ignición. La dificultad está en la constante trepidación y suciedad, por cuyos motivos tienen que fijarse muy bien y estar perfectamente cerradas, con tapa de caucho vulcanizado.
Acostumbran a tener una capacidad de unos 30 Ah., 6 voltios de tensión y el electrolito una densidad de 1300 a plena carga y 1160 descargada: los tres elementos forman una caja de caucho vulcanizado. Hay que vigilar constantemente el nivel de electrolito por la pérdida que se produce, cuidando además, de tener bien apretados los bornes, tapón, tornillos de fijación etc., poniendo una capa de vaselina neutra en los contactos de los bornes para evitar su oxidación. En pocas palabras: son baterías semejantes a las de los automóviles, sin las descargas excesivas de estas, pero sujetas a desperfectos y una más rápida desintegración de las placas por vibraciones que le comunican la trepidación de la motocicleta.
La fig. 68 representa una batería para motocicleta fabricada por la casa Bosch, vista en elevación; la fig. 69 es una vista en planta y, a la derecha, la fig. 70 ilustra el armazón metálico que fija la batería al vehículo. Esta clase de acumuladores son muy sólidos y de cierre hermético.
Fuente: La literatura se obtuvo del libro: Tratado Práctico de ACUMULADORES ELÉCTRICOS del Ing. Agustín Riu. Año de edición 1958
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