Vidas de los Doce Césares
Antes era un empedernido caminante. Gracias a Dios, he tenido la suerte de recorrer gran parte del Perú. Cogía una mochila y enrumbaba a mi destino. He podido conocer El Bosque de Piedras de Huayllay en Cerro de Pasco, la fortaleza de Choquequirao en la frontera de Cuzco y Apurimac. La selva de Puerto Bermudez y un largo etcétera.
Fuente: Wikipedia |
Hoy amigos, les cuento la historia de un libro, que también ha sido un gran caminante: Vidas de los Doce Césares, escrito por Cayo Suetonio Tranquilo, conocido mayormente como Suetonio. Digo que este libro es caminante, debido a que me ha acompañado durante unos cuarenta años, cuando por diversas circunstancias tenía que mudar de casa. Con mi familia, alistábamos las pocas pertenencias y a partir... yo iba acompañado de Suetonio.
A la edad de ocho años, por mi cumpleaños me obsequiaron un paquete rectangular envuelto en papel de regalo, lo abrí: "Vidas de los Doce Césares", me puse a leerlo, pero al rato abandoné la lectura. Era un texto muy difícil para mi edad. Pasaban los días, y nuevamente al intento de disfrutar del libro. Yo me imaginaba que era un relato cuento. No lograba pasar de un párrafo y abandonaba nuevamente. Hasta ahora me pregunto, que motivó a quien me lo regaló, la selección del título. Dicen que a caballo regalado no se le ven los dientes, entonces, a libro regalado no se le ven las hojas y bienvenido sea.
Recuerdo que empezaba leyendo el capítulo referente al estudio preliminar de la obra. Como no entendía, pues abandonaba mi afán, y así pasaban los años. El libro era de pasta dura en color naranja, y tenía una solapa cobertora con ilustraciones, la que después se deterioró y finalmente se perdió.
Pintura de Carl Spitzweg |
Mi casa era muy precaria, en realidad, se dice mejor: las casas donde me tocaba vivir. En una de ellas, el piso del interior, era el mismo tipo de piso que había en la calle: tierra. Viví un tiempo en una azotea, donde la lluvia me caía de más cerquita del cielo. Había que recoger las cosas y cubrirlas con plástico para que no se mojen.
Ahora en casa, dispongo de un ambiente para biblioteca. Tengo los libros acomodados en sus estantes, por temática: historia, biografías, cuentos, novelas, poesía y por supuesto los textos de baterías que tienen un lugar especial. Hace tres años, mientras limpiaba y re-ordenaba los títulos, me topé con: Vidas de los Doce Césares. El libro se salvó de tantas andanzas, me acompañó por casi cuarenta años. La pasta estaba bastante maltratada, pero las hojas estaban completas y en buen estado. Lo rehabilité. Es decir, lo curé. Le puse una pasta, lo forré y decidí leerlo. Esta vez lo terminé. Era la deuda que tenía con un viejo amigo... fiel, como son los amigos de verdad... andante como yo. Logré leerlo, 41 años después de que me lo obsequiaron y debo decir con toda sinceridad, que lo disfruté.
Saludos amigos
Nota: Vidas de los Doce Césares, es un conjunto de biografías de los emperadores romanos, desde Julio César hasta Domiciano.