¡Dame un libro,
pero para ganar dinero...
el resto, son huevadas!
pero para ganar dinero...
el resto, son huevadas!
(Fui testigo de esta afirmación, una tarde de invierno, en una calle de Lima, junto al stand callejero de un vendedor de libros de segunda)
Hola amigos. Cuatro años atrás, leí en El Comercio de Lima una noticia sobre Alfa y Beto, dos burros de buen fuste, que como carga sobre sus lomos, llevan cultura.
(El maestro Humberto Soriano, cabalgando sobre su culto jumento)
Un spot de la televisión española relata: " En el pueblo de La Gloria, en el valle de Magdalena bajo, los niños aprenden, que si las vacas dan leche, los burros dan conocimiento". Y es que la acción de este bibliotecario es toda una hazaña, allá en la hermana república de Colombia.
Humberto Soriano, maestro de escuela primaria es un auténtico Quijote. Desde hace más de diez años, con la ayuda de Alfa y Beto, los dos burros más sabios del planeta, va llevando su andante biblioteca, por los caminos de La Gloria y El Dificil... tamaños nombres que se manejan estas poblaciones... Por entre trochas y veredas, cruzando arroyos y siempre pendiente del acecho de las víboras, nuestro maestro Soriano, va desarrollando su labor.
Discrepo con Carlos Vives, el cantor de Vallenatos, pero la acción del bibliotecario, hace de esta tierra, la del no olvido... Montado en su jumento va llevando cultura de población en población, provisto de mesas y sillas plegables. Despliega sus libros y los niños se allegan hasta ellos. Soriano, lee sus cuentos a los más pequeños y les va explicando las ilustraciones y los textos. Los niños van conociendo tierras distantes y animales casi mágicos.
Volviendo a la frase que relato al principio, esa de pedir libros, pero para ganar dinero, porque el resto son huevadas, en opinión del decidor... lo que hace el colombiano maestro es desautorizar tamaña afirmación. Soriano lleva a las poblaciones un invaluable tesoro: El de humanidad.
Estaba yo en el negocio de Jesús, de quien he hablado en otras oportunidades. Una noche vi a una señorita, encaramada sobre una inmensa ruma de revistas Caretas. Buscaba ella, las ediciones correspondientes a la década de 1980. Me enteré que era maestra y estaba procurándose del material que iba a entregar a sus alumnos, a fin de que desarrollen sus tareas del curso de historia... que mejor que aprender historia, sino es buscando en los informativos de la época que nos interesa... iba ella seleccionando los títulos que llevaría...quizás el dinero salía también de su bolsillo... había dedicado gran parte del tiempo, que de seguro corresponde a sus bien merecidas horas de descanso después de su diaria labor de maestra... ella, no viajaba en burro, pero estaba animada del mismo espíritu que el del bibliotecario.
Un diario colombiano, relata que en una reunión anual de conductores de biblioetcas rurales, todos hablaban de sus dificultades, para el mantenimiento de la infraestructura... que si una computadora adicional... que si plata para el repuesto de los buses bibblioteca... Soriano, tomó la palabra y contó, que en su poblado, habían hecho una mejora para su biblioteca. En el año que acababa, había podido comprar un burro mas. Los otros asistentes, quedaron perplejos. Soriano, continuó: Si en mi poblado, los libros van en burro.
Amigos, los dejo con un video sobre la labor de este misionero de la cultura.
Volviendo a la frase que relato al principio, esa de pedir libros, pero para ganar dinero, porque el resto son huevadas, en opinión del decidor... lo que hace el colombiano maestro es desautorizar tamaña afirmación. Soriano lleva a las poblaciones un invaluable tesoro: El de humanidad.
Estaba yo en el negocio de Jesús, de quien he hablado en otras oportunidades. Una noche vi a una señorita, encaramada sobre una inmensa ruma de revistas Caretas. Buscaba ella, las ediciones correspondientes a la década de 1980. Me enteré que era maestra y estaba procurándose del material que iba a entregar a sus alumnos, a fin de que desarrollen sus tareas del curso de historia... que mejor que aprender historia, sino es buscando en los informativos de la época que nos interesa... iba ella seleccionando los títulos que llevaría...quizás el dinero salía también de su bolsillo... había dedicado gran parte del tiempo, que de seguro corresponde a sus bien merecidas horas de descanso después de su diaria labor de maestra... ella, no viajaba en burro, pero estaba animada del mismo espíritu que el del bibliotecario.
Un diario colombiano, relata que en una reunión anual de conductores de biblioetcas rurales, todos hablaban de sus dificultades, para el mantenimiento de la infraestructura... que si una computadora adicional... que si plata para el repuesto de los buses bibblioteca... Soriano, tomó la palabra y contó, que en su poblado, habían hecho una mejora para su biblioteca. En el año que acababa, había podido comprar un burro mas. Los otros asistentes, quedaron perplejos. Soriano, continuó: Si en mi poblado, los libros van en burro.
Amigos, los dejo con un video sobre la labor de este misionero de la cultura.
Saludos
2 comentarios:
Hola Carlos. Loables el ingenio y el esfuerzo de Humberto Soriano y sus nobles jumentos. Gracias por esta entrada.
Y un gran saludo.
Hola Arturo
Gracias por el comentario.
Carlos el baterillero
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