Una
vez que las placas están bien secas, se las somete a un proceso de
formación cuya finalidad es convertir el sulfato de plomo en peróxido en
las placas positivas, y en plomo duro en las negativas. Esto se realiza
colocando las placas alternádamente en un recipiente rectangular,
abierto por arriba para el franco desprendimiento de los gases a la
atmósfera; el electrolito debe sobrepasar al menos un centímetro el
borde superior de las placas y su densidad debe estar comprendida entre
1250 y 1280, según el clima de ese lugar. La corriente debe tener una
intensidad equivalente a 1/10 de la capacidad de la batería en
Amperios-hora, dejándolas en carga de tres a cuatro días: terminada esa
carga de formación, las placas estan ya terminadas, listas para
construir acumuladores.
Si
las placas no deben utilizarse inmediatamente, entonces conviene hacer
lo siguiente: a) las positivas, se las tiene en abundante corriente de
agua fresca, para que sus superficies queden bien limpias de toda traza
de electrolito y del baño de formación, luego se las deja secar bien y,
finalmente, pueden guardarse cuidando que queden bien planas entre
láminas de cartón, u tra sustancia neutra, que las protega de su
desintergarción.
Nota
muy importante,- Las placas conviene usarlas a medida que se van
fabricando, no tenerlas almacenadas: la pasta se desintegra fácilmente
al secarse y se despega del armazón de la rejilla. Además, las placas
negativas tienden a calentarse y eso aumenta aún más su proceso de
desintegración, al dilatarse.
Antiguo Acumulador de Plomo |
Fuente: La literatura se obtuvo del libro: Tratado Práctico de ACUMULADORES ELÉCTRICOS del Ing. Agustín Riu. Año de edición 1958
Saludos amigos.
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