Esta clase de acumuladores reúnen condiciones excepcionales por la forma en que trabajan y son cuidados. Así como las grandes baterías están vigiladas constantemente y atendidas por personal muy experto, en cambio, el acumulador de los automóviles (y auto-vehículos en general) se les presta una atención que, en la mayoría de los casos, prácticamente es inexistente; la inmensa mayoría de las veces lo único que se les hace en las estaciones de servicios es añadirles agua, sin saber precisamente lo que necesitan; pues al bajar de nivel el electrolito con frecuencia es síntoma de que la batería recibe un exceso de carga y lo que es necesario hacer no es añadir agua sino reducir la intensidad de la corriente que entrega el dinamo.
Para evitar los inconvenientes de un cuidado deficiente, es recomendable a todo propietario de automóvil que mensualmente haga desmontar la batería del coche y que se cuidadosamente revisada en el banco de pruebas de un taller especializado que le merezca plena confianza. Si procede de esta manera obtendrá dos cosas: la batería durará el doble que si no la atendiese debidamente, y no sufrirá retardos ni inconvenientes por desperfectos del acumulador.
Del funcionamiento.- El tipo de batería que funciona más rudamente es la de los automóviles pues se trata de reducir su peso y volumen al mínimo exigiéndoseles un esfuerzo que no se pide a ninguna otra clase de acumuladores. Debido a estas circunstancias se reduce la cantidad de energía electroquímica para que rinda al máximo, haciéndolos trabajar a una carga forzada, con una densidad de electrolito de 1300 en vez de 1275 o 1280 de otros tipos de baterías. Las placas son muy delgadas para multiplicar así su número y, por consiguiente, la superficie de cada polo, con lo cual se obtiene un proceso más activo de las reacciones químicas; los separadores tienen de 1 a 2 mm. para aumentar la concentración electroquímica, pero esto ocasiona una serie de inconvenientes tales como cargas superficiales, cortocircuitos de placas adyacentes, comprensión de la materia activa desprendida obstruyendo el funcionamiento del acumulador, etc. Un tipo de acumulador para automóvil está representado en la Fig. 75.
Fuente: La literatura se obtuvo del libro: Tratado Práctico de ACUMULADORES ELÉCTRICOS del Ing. Agustín Riu. Año de edición 1958
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