Para terminar de tener una idea del esfuerzo que se exige de una batería de automóvil, voy a describir, muy esquemáticamente, una instalación de esa clase; es la mejor forma de apreciar la multiplicidad de funciones que desempeña este pequeño gigante, la pequeña cajita negra que está poco menos que abandonada en un rincón del coche y que, no obstante, es la que proporciona el funcionamiento perfecto de los diversos mecanismos, así como también la nota de confort y distinción de los automóviles modernos.
Una instalación de esta clase se compone de las siguientes partes, representadas en el esquema de la Fig. 76:
a) Un generador de corriente continua, dínamo, accionado por el motor de explosión del coche.
b) Un depósito de la energía eléctrica, acumulador, para almacenarla y utilizarla a medida que se necesite.
c) Los circuitos, que envían la electricidad del acumulador y desde éste a los distintos mecanismos.
Solamente describiré, en forma sucinta, el circuito de carga de la batería, el del motor de arranque y de la ignición, no ocupándome de los relativos al alumbrado del coche, señales luminosas y de aviso, instrumentos de control, etc.
Fuente: La literatura se obtuvo del libro: Tratado Práctico de ACUMULADORES ELÉCTRICOS del Ing. Agustín Riu. Año de edición 1958
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